En el mundo de las cosas, todas las casas tienen muchos armarios repletos de cosas, todos los pantalones y chaquetas tienen muchos bolsillos que contienen todo tipo de cosas, y todas las carteras tienen decenas de pequeños compartimentos llenos de cosas.
En el mundo de las cosas, las cosas son las que mandan, ellas son las que poseen a las personas, las atan a sí mismas, por lo tanto las personas en realidad no poseen ninguna cosa. Porque en la vida, Ninguna de las cosas que vale la pena poseer pueden guardarse en un armario, bolsillo o cartera.
En el mundo de las cosas las personas viven tristes, porque, no hay una maleta suficientemente resistente para llevar sus cosas más allá de la muerte, y en su afan por retener lo que consideran importante, nunca ninguna persona logró guardar un abrazo, un beso, o una esperanza en un bolsillo. Nunca nadie logró hacer caber una experiencia en un armario.
En el mundo de las cosas, el más rico es el que menos tiene, el que aprendió a desprenderse de las cosas, el que comprendió que el único recipiente que merece la pena llenar, es el corazón y que para llegar allá donde nos dirigimos todos, donde el creador nos espera con los brazos abiertos y con el corazón lleno de amor verdadero las cosas son solo un lastre. 1 Juan 2:15
Estupendo!! Pues nada, desearte que pases una feliz Navidad llena de bendiciones y rodeado de los tuyos.
Un abrazo.
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Bueno lo que yo entiendo por «cosa» es que se trata de una palabra despectiva para un objeto conocido y/o desconocido, por supuesto toda cosa tiene su utilidad y hay que aprender a utilizar dicho objeto y cuidarlo adecuadamente. La gente lo que hacen es sobrevalorar y sobreproteger dichas cosas, como si fueran casi personas lo cual está mal, hay que aprender a dar determinados límites. Ahora que si de lo que hablas es sobre querer y obtener cosas en exceso eso más bien es un trastorno.
A lo que quiero llegar es que Dios nos dio la vida para que aprendamos de ella y claro esta aventura no la podemos hacer sin las personas que nos apoyan ni las herramientas que nos ayudan, sólo hay que saber utilizar estas cosas bien y con determinación.
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Gracias por tu comentario 🙂 Me hace mucha ilusión recibir opiniones.
cuando hablo de «cosas» no pretendo ser despectivo, más bien generalizar y englobar a todos los objetos en una sola palabra, desde luego que estoy muy de acuerdo en la utilidad de las cosas. la reflexión va como bien dices orientada a el valor que les damos. en mi opinión una persona que tiene cubiertas sus necesidades básicas: Un techo, comida, agua potable etc.. No debería necesitar mucho más para ser feliz. Pero a este mundo se lo traga el materialismo, la gula y la avaricia, unas pocas personas acaparan casi todos los bienes y nunca tienen suficiente. La biblia nos enseña en 1 de Timoteo 6:10 que la raíz de todos los males es el «amor» al dinero. Fíjate, no dice que el problema sea el dinero, de hecho, si te acoges al texto en cuestión, podrías tener todo el dinero que seas capaz de «no amar» sin problemas, pero claro, quien dice dinero, dice todo aquello que se puede comprar con él las «cosas» (el amor a las cosas). Si las cosas acaban gobernando en la vida de las personas seguramente nos perderemos todo lo que nuestro espíritu puede dar de sí, por tanto viviremos y moriremos vacios por dentro dejando en el mundo una gran cantidad de cosas sin dueño.
Espero no haberte aburrido jeje.
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Por supuesto que no me aburriste! Es más me gustan tus publicaciones, de da gusto saber que todavía hay gente que sabe que el dinero puede comprar pero no todo, siempre hay un límite, al menos en la existencia terrenal…
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