En el mundo de las cosas, todas las casas tienen muchos armarios repletos de cosas, todos los pantalones y chaquetas tienen muchos bolsillos que contienen todo tipo de cosas, y todas las carteras tienen decenas de pequeños compartimentos llenos de cosas. materialismo

En el mundo de las cosas, las cosas son las que mandan, ellas son las que poseen a las personas, las atan a sí mismas, por lo tanto las personas en realidad no poseen ninguna cosa. Porque en la vida, Ninguna de las cosas que vale la pena poseer pueden guardarse en un armario, bolsillo o cartera.

En el mundo de las cosas las personas viven tristes, porque, no hay una maleta suficientemente resistente para llevar sus cosas más allá de la muerte, y en su afan por retener lo que consideran importante, nunca ninguna persona logró guardar un abrazo, un beso, o una esperanza en un bolsillo. Nunca nadie logró hacer caber una experiencia en un armario.

En el mundo de las cosas, el más rico es el que menos tiene, el que aprendió a desprenderse de las cosas, el que comprendió que el único recipiente que merece la pena llenar, es el corazón y que para llegar allá donde nos dirigimos todos, donde el creador nos espera con los brazos abiertos y con el corazón lleno de amor verdadero las cosas son solo un lastre. 1 Juan 2:15